Cómo pensamos

Sin importar la edad, emprender un viaje de descubrimiento en el que la ruta es hacia adentro, es el camino a descubrir el poder de la verdadera felicidad.

No de la “felicidad” material y externa que la cultura nos ha vendido. Sino la felicidad que brinda la paz, la seguridad y el poder de saber quienes somos y el poder de transformación y evolución que tenemos.

Al hacernos responsables por lo que nos corresponde en cada circunstancia encendemos la magia del crecimiento personal y con ello sumamos nuestro crecimiento, uno a uno, a la evolución de la humanidad.

En este nuevo mundo en el que los alcances de la inteligencia artificial crecen más rápido que la espuma, necesitamos evolucionar profundamente sobre todo en el contacto con nuestra humanidad, nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestras intenciones, sueños, deseos y capacidad de decidir, de responder no de reaccionar. Sería maravilloso construirnos como personas libres, responsables, ecuánimes, emocionalmente inteligentes y de elevada conciencia.

INPSIQUIS surgió en un inicio como un espacio terapéutico exclusivamente para los niños. Teníamos claro que:

“Dentro de 100 años no importará en qué tipo de casa viví, el coche que manejé o cuánto dinero hay en la cuenta bancaria, pero el mundo podría ser distinto porque fui importante en la vida de un niño” (anónimo).

Sin embargo, con el paso del tiempo y aunque siempre se trabajó en asesoría a los padres de los niños, descubrimos la importancia de abrir espacios para que los adultos pudieran también desarrollarse y crecer. “Cuando un papá o una mamá decide crecer, el futuro de sus hijos se reescribe”. Y así hemos ido incorporando diferentes rutas y opciones para el desarrollo integral.

Deseamos ofrecer espacios y alternativas éticas, serias , profesionales, fundamentadas y profundamente transformadoras para poder contribuir a mejores generaciones de personas que tengan las herramientas afectivas para su más alto vuelo.